Hola de nuevo…
Hoy os voy a contar otra tradición muy bonita de mi pueblo. Como os he dicho ya muchas veces, la religión es muy importante para los “gorganos” y es una ocasión para colaborar más allá de las divisiones políticas, personales o culturales que lamentablemente existen entre la población. Muchas son las fiestas religiosas que se celebran en Gorga y muchas son las actividades ligadas a estas celebraciones. La que hoy os presento es la fiesta de San Antonio Abad, fundador del movimiento eremítico. Se cuenta que alrededor de los veinte años de edad este Santo vendió todas sus posesiones, entregó el dinero a los pobres y se retiró a vivir en una comunidad local, durmiendo en una cueva vacía. Luego pasó muchos años ayudando a otros ermitaños a dirigir su vida espiritual en el desierto, más tarde se fue internando mucho más en el desierto, para vivir en absoluta soledad.
Aquí en Gorga la fiesta de San Antonio Abad, que se celebra el domingo sucesivo al 17 de Enero, está muy arraigada desde los tiempos antiguos y no se sabe bien porque esta tradición es tan fuerte, de hecho Él no es el santo patrón del pueblo. Sin embargo, los festejos empiezan la mañana temprano. Se acoge la madrugada con rumorosos fuegos de artificio que despiertan toda la gente y que continuan hasta la celebración de la primera Misa a las nueve de la mañana. Después de la segunda Misa, a las once de la mañana, se hace una procesión por las calles del pueblo con la estatua del santo llevada por cuatro hombres con túnicas blancas y capas rojas y azules. El momento más sentido y característico del día es la bendición de los animales después de la procesión. Los niños, los hombres, los viejitos, todos llevan sus animalitos para que el sacerdote los bendiga: caballos, gallinas, gatos, perros, papagayos, gallos, incluso pezes rojos y tortugas. Todos los animales esperan al santo en la plaza principal y cuando el sacerdote se acerca a ellos para bendecirlos parece que entiendan perfectamente lo que pasa, porque se quedan tranquilos (sobretodo los caballos) y hasta silenciosos como en un acto de devoción y respeto. Probablemente la bendición de los animales en este día deriva del hecho de que San Antonio, cuando se retiró en el desierto en la cueva, estaba solo y los únicos que le hacían compañia eran los animales. Esta relación se hizo más fuerte en el tiempo y hoy San Antonio es el patrón de los animales.
Después de la bendición, los fieles regresan a la iglesia donde reciben la tradiciónal “panicella”, o sea un pan dulce cubierto con jarabe y azucar que el sacerdote bendice y entrega a los fieles. Antes se preparaba en casa, con el paso del tiempo esta tarea fue entragada al panadero del pueblo: Remigio. ¡mmm, qué rica era! Pero desgraciadamente, desde que Remigio falleció, hace unos 10 años, la panicella ya no es la misma porque ahora son las panaderías que la preparan y no sé, a lo mejor Remigio tenía su magia para preparar un pan tan bueno, porque la panicella de hoy ya no sabe a nada.
Después de la fiesta religiosa se festeja la fiesta digamos profana. Desde las 6 de la tarde la gente se reune en la plaza donde Lucia, Pina, Raniera, Gilda y muchas otras mujeres del pueblo ofrecen a todos polenta ( alimento típico de norte de Italia que se prepara con agua, harina de maiz y sal), salchicha y marito (marido): pan que se llama así porque para prepararlo se mezclan harina de trigo y harina de maiz, como en una boda. La gente come estos platillos exquisitos y escucha la música del organillo que acompaña la fiesta hasta el final.
Esta es una tradición que yo recuerdo desde niña y que llevo en mi corazón con mucho cariño y
¡ creo que también todos los gorganos!
Ele.
mercoledì 6 gennaio 2010
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