El valor de las leyendas
¡Hola amigos! Con esta última entrada quiero saludaros a todos con gran cariño y con la esperanza que las historias que os he contado hayan hecho brecha en vuestros corazones. Espero sobretodo que através de las mismas yo haya logrado describiros y contaros también como era la vida de mi pueblo en el pasado, en los tiempos de mis abuelos. Por cierto no era una vida fácil, era necesario trabajar duro y hacer muchos sacrificios para sobrevivir y todo esto interesaba también los niños...si pensamos en como ellos hayan transcurrido sus infancia, podemos darnos cuenta de como hoy nosotros somos afortunados y de que bonita haya sido nuestra infancia. Sin embargo, como dicen siempre mis abuelos, aunque en pasado se tenía que trabajar mucho, por cierto había más humanidad y unidad entre las personas que haora: todos acudían cuando alguien necesitaba ayuda, todos se disponían a regalar favores en cambio de nada. Mis abuelos me han contado también que cada noche, después de haber trabajado en los campos o con los animales y después de haber cenado con casi nada, la gente solía salir de casa y llenar los callejones del pueblo: siempre había alguien que entretenía a los otros, ojalá con la música, tocando el acordeón o los tambores y a pesar del cansancio del dia, ya era una costumbre común bailar casi para descargar todas las tensiones, sacudirse de encima la fatiga y los problemas de la vida como la pobreza, el hambre y la miseria...pero sobretodo para el estar todos juntos que se había vuelto en sinónimo de alegría y despreocupación. En estos momentos de reunión, además de la música, había también quien preferiba entretener la gente con unos cuentos. La mayoría de las leyendas que os he contado, venían referidas, con mucha énfasis, precisamente en estas ocasiones...algunas historias eran inventadas, otras eran verdaderas pero, ojalá, venían transformadas y vueltas más espantosas y inverosímil pero todas venían contadas para dar un poco de brío a la vida llevandola hacia otra dimensión, la de la fantasía, para quebrar la monotonía, la cotidianidad, para liberarse del peso y de la fatiga de la vida. La cosa más sorprendente era que, al final, todos creían que estas historias eran verdaderas, incluso las personas que las contaban y las alteraban....de hecho, en los tiempos pasados, la superstición venía considerada casi como una ciencia y donde la razón no lograba explicar algunos fenómenos raros, esta intervenía...En realidad las razones por las cuales se recurría a la superstición eran varias y lo hemos podido constatar através de las leyendas que os he contado: a veces se inventaban historias de fantasmas para volver a la vida los difuntos, otras veces venían creados monstruos y criaturas fantásticas para proteger los niños (por cierto una manera un poco rara para hacerlo...) pero a menudo se llegaba a judicar algunas personas enfermas a causa de enfermedades mentales, cosiderandolas como licántropos o brujas simplemente porque no se conocía la existencia de estas enfermedades o sus características. Este último fenómeno, en particular, no era circunscrito sólo a mi pueblo sino pertenecía a una época bastante obscura del pasado. Hoy en dia, afortunadamente, muchos “misterios” han sido revelados y muchos prejuicios superados. Para mí estas leyendas son realmente muy preciosas porque además de abrir las puertas de la fantasía y de regalar una visión del mundo y de la realidad completamente nueva, nos ofrecen trozos de una vida transcurrida y la idea del tiempo que fue, ellas diseminan nuestro camino de crecimiento con cuñas que nos acompañan atrás en el tiempo. Estas leyendas me han acompañado también a mi mientras que a poco a poco, he crecido y he dejado de creer en el monstruo del lago, ellas representan un verdadero tesoro que yo quiero guardar junto a mi pueblo que como habréis bien entendido amo tanto, tantisimo...entonces...¡Gracias a todos, amigos!
Sara.
mercoledì 6 gennaio 2010
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