¡Hola amigos! Aquí estoy como prometí para contaros otra leyenda misteriosa… ¿Estáis preparados? Bueno, esta vez, lo que iréis a leer tiene lugar en uno de los sitios más bonitos de Gorga, la plaza principal. Como nos ha informado ya Eleonora, esta plaza es el centro de todas las actividades, las fiestas y los encuentros; es el lugar que enlaza el casco histórico y la parte más nueva del pueblo con la calle principal, por eso representa casi un paseo obligado. Cuando se llega a Gorga, la plaza nos acoge con su vida, con la simplicidad de las personas, con la belleza de las casas que la enmarcan y los olores de comida que salen de las ventanas, con los gritos de alegrias de los niños que juegan con el balón y de sus mamás que los llaman desesperadas...pero sobretodo, lo que impresiona más, es la majestuosidad de su fuente, esculpida en la roca a los piés del palacio comunal. El autor es el escultor Ernesto Biondi que en 1889 logró sacar una obra maestra de la piedra casi animandola y que planeó su realización en ocasión de la construcción del acueducto que favoreció la alimentación hídrica para la colectividad del pueblo. El papa Leone XIII, nativo de un pueblo cercano, la financió y, como signo de agradecimiento, él ha sido emblematicamente representado con una cabeza de león sobre el borde de la fuente. El dibujo arquitectónico simula las grutas y las quebradas típicas del paisaje de Gorga y en cima de la fuente resalta la estatua de la “Pastorella”, una pastora muy linda que conduce sus cabritos hacia el pasco, imagen típica de la vida del tiempo pasado cuando la gente vivía sobretodo de ganadería.
En aquel período, como ya os he contado, uno de los problemas más graves estaba representado por la falta de agua: la mayoría de la gente del pueblo era pobre pero, en la colectividad, habían personas mucho más pobres que otras tanto que, éstas, no disponían de agua en casa ni siquiera para lavarse. Ellos se avergonzaban mucho por la condición en la que vivían y siempre intentaban aparecer tanto como los otros: algunos aprovechaban de la noche, cuando todos estaban dormidos, para ir a la fuente y lavarse, desnudandose completamente y hundiendose en el balde. Más de una vez occurrió que algunos paisanos que se iban a trabajar muy temprano por la mañana asistierón a estos acontecimientos y como no lograban explicarlos, tanto eran raros para ellos, llegaron a considerar estas personas enfermas o, mejor, llegaron a afirmar que sufrían de licantropía...a poco a poco estaban creando una leyenda según la cual estos hombres solían salir de noche con la luna llena y transformarse en lobos: lanzaban gritos similes a aullidos, sus cuerpos empezaban a cubrirse de pelos, las uñas crecían y a menudo ellos estaban sujetos a crisis epilépticas...lo único que podían hacer para volver a ser normales era hundirse en la fuente, sólo el agua hubiera podido echar sus apariencias animal... Al principio, al escuchar estos cuentos, he pensado que sin dudas en este caso nuestros paisanos tuvieron mucha fantasía pero grande fue mi asombro cuando descrubrí que en realidad la licantropía existe y es una enfermidad y que de consecuencia estos cuentos podían tener trozos de verdad y ser no sólo fruto de la fantasía... entonces...¿Existen realmente los hombres lobos?...Si queréis saber algo más sobre este asunto así cargado de misterio os lo voy a contar la proxima vez, mientras tanto...mucho cuidado en las noches de luna llena...
Sara.