sabato 28 novembre 2009

TRADICIONES


El amor

Muchas son las tradiciones ligadas a las bodas, al mundo de los enamorados y de los sentimientos.
En los tiempos antiguos, el trabajo principal para vivir era el de la ganadería. Cada familia tenía sus ovejas y vacas y las llevaban en los terrenos de pastoreo, en los campos. Las mujeres iban por los bosques para recoger leña que utilizaban para el fuego, para calentar las casas. En estos tiempos la concepción de las relaciones entre hombres y mujeres era más rígida. Los padres no les dejaban a sus hijos ver a sus enamorados pero, como ellos no resistían y todavía no existían los telefonos moviles, se inventaron una solución muy astuta y singular para encontrarse. Las chicas cuando los padres salían de casa para cumplir sus trabajos mostraban en las ventanas anchos harapos blancos que indicaban al enamorado que, como no había nadie en casa, tenía acceso libre. Otra manera para encontrarse consistía en dejar cuatro piedras por el camino de las montañas que permitían a la pareja intuir donde se encontraban y adivinar la hora del posible encuentro.
Otro problema era representado por el hecho de que muchas veces los padres no eran entusiatas de los hombres que sus hijas habían elegido, a lo mejor por que no pertenecían a su mismo nivel social. Por eso, la pareja escapaba y se pasaba unos días en las montañas y, como eso se consideraba un escándalo, al regresar al pueblo los fugitivos se tenían que casar. Una de las cosas más divertidas que me contaron los viejitos fue que, cuando el novio no era aceptado por los padres de su enamorada, con un grupo de amigos se presentaba en la casa de la novia y hacía una serenata con el acordeón y cantaba “stornelli” o sea, un tipo de poesía que se impovrisa, muy sencilla, de argumentación amorosa o satírica. Estos cantos eran dedicados a la suegra a la que tomaban el pelo de manera evidente y divertida. Ella respondía lanzando el agua desde el balcón sobre las cabezas de los cantores que volvían a sus casas mojados pero satisfechos.
A pesar de todo, antes habían muchas más bodas que ahora, a los jóvenes no les daba miedo construir una familia aunque no tenían dinero, aunque no tenían nada y las bodas eran días de gran fiesta en que se bailaba y cantaba desde la mañana hasta la noche. En Italia solemos lanzar arroz a los novios como símbolo y deseo de abundancia. Un señor me contó que antes aquí en mi pueblo había otra tradición que con el paso del tiempo desapareció. Hace muchos años no había agua en casa y, para tomarla, las mujeres tenían que ir a la fuente de nuestra plaza con cuencas muy grandes así que se formaban filas muy largas. En aquellos tiempos se solía lanzar a los novios confites de una manera muy original: se llenaban las cuencas con los confites y se agitaban bien para crear un ruido fuerte y atractivo y después los dulces venían lanzados en la plaza así que los niños podían recogerlos en el suelo y comerselos. Pensad lo bonito que era ver a todos los niños reunidos alrededor de los novios para poder ganar en comerse la cantidad mayor de dulces… ¡ maravilloso !
Eleonora

2 commenti:

  1. Hola Sara y Eleonora!
    Primero, quiero deciros que habéis elegido un color maravilloso para vuestro blog, ¡me encanta!

    Además me ha gustado mucho leer estas pequeñas curiosidades sobre vuestro pueblo...ni siquiera lo conocía, aunque esté bastante cerca de Roma, y es muy interesante conocerlo un poco a través de vuestras entradas.
    En particular este post sobre el amor en el pasado, ¡que bonito!
    ¡Y la foto que habéis elegido es tan dulce!

    Hasta pronto
    Giorgia

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  2. Sí, es verdad..la fotografía de vuestros abuelos es maravillosa.
    Ay, el amor...y lo de la serenata y de tomarle el pelo a la suegra es muy raro (¡y divertido también!) jaja Besossssssssssss
    Cri

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